El mejor cine brasileño desembarca en Madrid

La capital acoge, del 1 al 5 de diciembre, el II Cine Fest Brasil-Madrid. Serán un total de diez largometrajes estrenados recientemente y con gran éxito en Brasil, los que se puedan ver en este ciclo. La Fundación Infinito es la responsable de este circuito en que se pretende “afianzar el intercambio cultural y de mercado entre los dos países”.

Este festival llega a Madrid por segunda vez tras el éxito de su primera edición en mayo de este mismo año. En aquella ocasión se presentaron en la Casa de América cuatro largometrajes inéditos en España. En esta, es en el Círculo de Bellas Artes donde podremos disfrutar de diez films de reciente producción en Brasil.

Madrid es una parada más de esta muestra con gran proyección internacional, ya que la misma ha pasado ya por ciudades como Buenos Aires, Roma, Nueva York y Londres y dentro de poco visitará Barcelona. De hecho, Madrid es una localización reciente en este circuito, ya que en ciudades como Miami van por la duodécima edición.

Cabe destacar la proyección de El narrador de historias del director Luiz Villaça, protagonizada por Maria Medeiros, y Última parada, 174 del director y productor Bruno Barreto. El resto de películas que podremos ver serán: Mujer invisible, de Cláudio Torres; Maré, nuestra historia de amor, de Lúcia Murat; Si nada más sale bien, de José Eduardo Belmonte; Verônica, de Maurício Farias; Diván, de José Alvarenga Jr. y Romance, de Guel Arraes, además de los documentales El hombre que embotellaba nubes, de Lírio Ferreira (que cuenta con la participación de David Byrne y Caetano Veloso), y Fumando espero, de Adriana L. Dutra.

La programación incluye debates abiertos tras las proyecciones, en los que los espectadores tendrán la oportunidad de preguntar y discutir con los directores y demás responsables de las obras para poder así tener un mayor conocimiento de las obras exhibidas

El premio Lente de Cristal al mejor largometraje será otorgado por el propio público asistente al festival, y se entregará el próximo sábado día 5 en la ceremonia de clausura. Después harán las maletas para continuar su camino en los Cines Verdi de Barcelona del 11 al 17 de este mismo mes.

Comienza el II Festival de Cine Italiano de Madrid

El Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes de Madrid presenta la segunda edición de este festival que tendrá lugar del 23 y el 30 de noviembre. La muestra contempla 31 títulos (once largometrajes, diez cortometrajes y diez documentales) de reciente estreno o aún no estrenados en Italia y que han participado en festivales internacionales como el Festival de Cannes, el Festival de Locarno, el Festival Internacional de Toronto y el Festival de Roma.

Tras el éxito cosechado por la primera edición el año pasado, en el que pudimos ver obras como Gomorra de Matteo Garrone o Il resto della notte de Francesco Munzi, el Círculo de Bellas Artes vuelve a acoger este festival que recoge una muestra del mejor cine italiano contemporáneo, convirtiendo a Madrid en una referencia para su cine.

Los largometrajes participantes son: L'uomo che verrà, de Giorgio Diritti; Giulia non esce la sera, de Guiseppe Piccioni; La doppia ora, de Guiseppe Capotondi; Vincere, de Marco Bellocchio; Il compleanno, de Marco Filiberti; Lo spazio Bianco, de Francesca Comencini; Cosmonauta, de Susanna Nicchiarelli; Alza la testa, de Alessandro Angelini; Il grande sogno, de Michele Placido y Oggi sposi, de Luca Lucini. A estos hay que añadir el preestreno de Baaria, del gran Guiseppe Tornatore, que se proyectará como colofón tras la entrega de premios.

Los críticos de cine Gianni Canova y Mauricio Di Rienzo ha sido los encargados de seleccionar, respectivamente, los documentales y cortometrajes que entrarán a concurso en los que, según ellos mismos, “la técnica narrativa y la originalidad dan a estos géneros cinematográficos un sentido de equilibrio entre tradición a la italiana y mirada contemporánea”.

El II Festival de Cine Italiano de Madrid vivirá uno de los momentos más especiales será la entrega del Premio a Toda una carrera al actor y director Toni Servillo, premio que le será entregado hoy lunes en el Instituto Italiano de Cultura de Madrid de manos del Embajador de Italia, Pasquale Terracciano.

Las entradas para las proyecciones de cada día podrán retirarse en la taquilla del Cine Estudio CBA, media hora antes del inicio de la primera sesión del Festival. La entrada es gratuita hasta completar el aforo.

Castillos de Cartón: Tres son... un tostón

Marcos y Jose contemplan a Jaime, que dibuja un vaso de vino. Mientras traza una línea con su lápiz les alecciona: "Se pinta lo que se ve". "Lo importante es cómo lo ves", responde Jose.
"O no", reflexiona Marcos. "A lo mejor se trata de pintar lo que no se ve, de un estado de ánimo. Aunque no te des cuenta, al final todo son autorretratos".




Una vez más, una novela de Almudena Grandes cobra vida en la gran pantalla. Enrique Urbizu es el responsable de la adaptación de Castillos de Cartón que dirige Salvador García Ruiz. Como suele ser habitual en sus novelas, nos encontramos con una historia cargada de erotismo, casi exhibicionismo (quizá por ello sean tan recurrentes sus adaptaciones en un cine español tan gustoso de desnudos y sexo), en la que tres estudiantes de arte comparten experiencias, sentimientos y cama.

Las adaptaciones no dejan de ser interpretaciones, no son meras transcripciones del texto literario al texto fílmico, por el camino se tienen que quedar y se quedan detalles, matices, personajes e, incluso, tramas paralelas. Sin embargo, en este caso, los entusiastas del libro han quedado decepcionados por el agravio que ha supuesto la modificación de la estructura de la historia. El detonante de la trama de Grandes era una llamada telefónica en la que comunicaban a la protagonista el suicidio de uno de sus amigos, lo que la llevaba a recordar sus años de facultad. En el film esto se obvia por completo, perdiendo gran parte de la fuerza que tenía la historia original, convirtiéndola en una historia lineal y más pobre.

Jose (Adriana Ugarte), Marcos (Nilo Mur) y Jaime (Biel Durán), son los tres protagonistas omnipresentes de esta historia. Estos tres estudiantes de Bellas Artes convierten el típico triángulo amoroso en un no tan típico trío sexual y sentimental. Estos emprenden caminos paralelos de aprendizaje artístico y vital, que les enseña que cada uno debe conocer su talento pero también sus limitaciones.

El ritmo de la película parece contagiado por el estado anímico de sus personajes. Así, lo que comienza siendo entretenido, acaba convirtiéndose en pesado y lento, con un clímax que pretende ser profundo y emotivo pero que resulta interminable.

Es destacable la actuación de los tres jóvenes protagonistas, que consiguen transmitir naturalidad y frescura, a pesar de la dificultad añadida que supone para todos los actores aparecer, gran parte del tiempo, desnudos frente a la cámara.

De vez en cuando el cine español nos sorprende con el descubrimiento de intérpretes con un magnetismo especial. Si hace unos años fueron actrices como Marta Etura o Verónica Echegui las que nos cautivaron, esta vez Salvador García Ruiz ha tenido el acierto y la suerte de contar con Adriana Ugarte, a la que hemos podido ver el la serie de TVE La Señora, y que promete tener un papel importante en nuestro cine.

En cualquier caso, parece que el público español ya se ha cansado de ver tetas y culos y ahora exige algo más. Salas vacías y ni rastro de Castillos de Cartón en las listas de más taquilleras. Y, como comentaba Antonio Hernández en declaraciones a La Penúltima, no se puede decir que este sea un mal momento para el cine nacional ahora que dos películas españolas, Celda 211 y Ágora, ocupan los dos primeros puestos de la taquilla.